El eje central de la localidad es la avenida de Carlos III, anterior carretera Nacional IV y antiguo Camino Real Madrid- Cádiz, que atraviesa de Norte a Sur todo el término. Esta vía fue una de las motivaciones de la fundación del pueblo, ya que se hacía necesaria la protección de las diligencias que recorrían el Camino Real, al ser constantemente asaltadas por bandoleros. Además, colindando con la avenida Carlos III, se concentran los edificios del patrimonio histórico carloteño del siglo XVIII, que guardan las características del neoclasicismo de esta etapa: el Palacio de la Subdelegación de la Intendencia de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, la Posada Real, el Mercado de Abastos, la Cárcel y la Iglesia. De esta forma, esta vía se ha convertido en uno de los motores de desarrollo del municipio, en la que se concentra la mayor parte del sector productivo local, destacando la hostelería y restauración por su variedad y calidad.

Del legado histórico de las Nuevas Poblaciones, se conserva la división del territorio en departamentos. Actualmente, La Carlota cuenta con el núcleo, más diez aldeas: La Paz, Los Algarbes, Monte Alto, El Arrecife, El Garabato, Chica Carlota, Las Pinedas, El Rinconcillo, Fuencubierta y Aldea Quintana. En estos departamentos, se pueden observar casas de origen colono – de una sola planta, rectangulares y tejados a dos aguas-, así como, se puede apreciar la particularidad de una fisionomía diseminada de su población, de su origen.

Otro rasgo característico de La Carlota es la subsistencia de apellidos de origen europeo de los colonos como Heis, Hamer, Ots, Reifs, Tristell, Chups, Wic, Herman, Wals, entre otros; e incluso, se pueden observar rasgos físicos característicos de esta zona como los ojos claros, piel blanca y pelo rubio.