Como bien afirmaba el apreciado profesor D. Miguel Avilés: "las perspectivas desde las que se puede abordar tanto éste como cualquier otro hecho histórico, cambian y condicionan los resultados de toda interpretación, de modo que nunca puede decirse, sin evidentes riesgos, que haya temas históricos realmente penetrados hasta su última rendija […]" , a pesar de la abundante bibliografía y trabajos de todo tipo, no está todo dicho sobre las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía. Su estudio es muy amplio porque se puede realizar desde múltiples perspectivas a partir de las funciones y fines con las que fueron creadas estas colonias, que se pueden sintetizar en las siguientes claves interpretativas:

■ Llevar a la práctica los postulados de la Ilustración española

Aunque la historiografía nos ha indicado tradicionalmente que los ilustrados españoles beben todos de las fuentes francesas, restando así importancia a los pensadores y a las pensadoras españoles de finales del XVII y del XVIII, hay ya muchos estudios y trabajos que ponen de manifiesto y dan a conocer la extraordinaria capacidad y dimensión de las figuras más destacadas de aquel tiempo. Así, mientras que el afamado Voltaire, uno de los padres del racionalismo y liberalismo modernos, a pesar de sus grandes méritos y su reputación, aún manifestaba y sostenía sobre la mujer que: "No debe sorprender que en todas partes el hombre haya sido señor de la mujer, fundándose en la fuerza casi todo lo del mundo. Además, ordinariamente el hombre es superior a la mujer en el cuerpo y en el espíritu. Han existido mujeres sabias, como han existido mujeres guerreras; pero nunca hubo mujeres inventoras. Han nacido para agradar y para ser el adorno de las sociedades; y parece que hayan sido creadas para suavizar las costumbres de los hombres" Voltaire, Diccionario Filosófico, 1764; mientras que en nuestro país el Padre Feijoo (1676-1764), dedicaba el Capítulo XVI del Tomo I de su obra “Teatro Crítico Universal o Discursos Varios, en todo género de materias para desengaño de errores comunes” (1762), a la “Defensa de las mujeres”, argumentando que la mujer tiene capacidades y aptitudes para todo género de ciencias y conocimientos sublimes, y aboga a favor de la plena igualdad y considera que la falta de una educación adecuada era lo que impedía a las mujeres desarrollar sus talentos.

En España estaban prohibidos los libros de ciencias y de letras que "atentaran", cuestionaran o contravinieran o propagaran ideas contrarias al dogma y a la fe católica. La Inquisición fue fiel instrumento de ejecución de impedir la propagación de nuevas ideas en la religión, en las artes, en las ciencias, en la moral o en las costumbres. En ese clima de aislamiento y persecución es normal que nuestros librepensadores se mirasen, se nutrieran, y se apoyasen en el extranjero, sobre todo en aquellos países donde se había impuesto la Reforma. Pero no por ello debe restarse mérito ni considerar de segunda fila al movimiento ilustrado en España.

En las Nuevas Poblaciones dejan impreso su carácter y dedican grandes medios para apostarlo todo en estos nuevos pueblos, que estaban destinados a ser el espejo de sus "Luces", el medio por el que dar a conocer y hacer realidad sus postulados. En nuestros municipios quedan detalles, a veces inadvertidos, que son huella y testimonio de sus ideales y de sus obras.

■ Crear y establecer un modelo para la reforma económica y social de España

La España de principios del siglo XVIII, pese a estar sumida en una espiral de decadencia, se resistía a cualquier intento de reforma y modernización. Aferrada a la Contrarreforma religiosa y al sistema político, económico y social del Antiguo Régimen, en general, se vuelve intransigente y se enquista en una ortodoxia extrema, mientras los reformistas, minoritarios en número y peso político, que intentan por todos los medios atender las necesidades imperiosas de un Estado encerrado en sí mismo y su Siglo de Oro, no tienen apenas margen de maniobra para implantar sus medidas, pues se encuentran con una fuerte oposición que no duda en tacharlos de extranjeros, afrancesados, frívolos, apátridas, conspiradores o herejes.

Contando tan sólo con el apoyo de la Corona, con el Proyecto de Nuevas Poblaciones intentan implantar medidas de reforma de una forma pacífica, evitando la confrontación que se impuso por la fuerza en Francia, que más que una revolución hubiese ocasionado una guerra civil en un momento frágil para España. Nuestros ilustrados evitan en lo posible alterar el orden, pero sin renunciar a su plan de reformas. Por ello, apuestan fuertemente por crear un modelo que llevado a la práctica ha de mostrar los beneficios de los nuevos planteamientos con resultados empíricos y visibles en el progreso de estas colonias, de manera que sirvan de ejemplo para que la reforma se irradie y se adopte por todos los pueblos del país.

El modelo tiene una fuerte raíz económica en tanto que pretende introducir las nuevas artes en la agricultura y la industria, pero también implica un nuevo modelo de sociedad más instruida y menos supersticiosa y dogmática; un cambio de mentalidad abierto a las nuevas ideas y basado en el uso de la razón. El pueblo, los ciudadanos, cobran por primera vez un papel protagonista, y son tenidos en cuenta y se les empieza a valorar, en tanto que como afirmaba Campomanes, la actividad del pueblo es el verdadero móvil que le puede conducir a la prosperidad . Luego, hay que hacer política destinada al pueblo y para el pueblo, de manera que se necesita un nuevo modelo y corpus legislativo además del derecho consuetudinario.

■ Implantar un sistema económico basado en la producción

Las continuas crisis de subsistencias y las consiguientes hambrunas azotaban a un país que iba poco a poco decayendo y perdiendo su hegemonía y preponderancia tanto en Europa como en América. Y eso que era una nación con un potencial en recursos de todo tipo desmesurados. El problema es que no se explotaban, estando la mayor parte de la tierra y de la propiedad en manos de la aristocracia, del clero y de los concejos, que vivían principalmente de las rentas que les generaban sus vastos territorios, de los impuestos y arriendos, así como de los beneficios del Real Erario. El resto de la población sufría las subidas de los precios y de los impuestos ante las carestías, y sin acceso al trabajo ni a nada vivían en la miseria o morían de hambre.

La evidente necesidad y los postulados modernos abogaban y demandaban cambiar el sistema económico del Antiguo Régimen por uno más racional basado en la producción. Y esto es lo que llevaron a cabo en las Nuevas Poblaciones para que sirviese de ejemplo al resto de municipios. Por ello realizaron una ordenación territorial basada en un perfecto parcelario de unidades de producción que eran las denominadas suertes de tierra, en las que se afincaba a una familia colona para que las trabajasen. Se pretendía acabar con los grandes latifundios que no generaban riqueza y por ello se decía que estaban en manos muertas, para promover su explotación en su máximo rendimiento.

El pueblo llano puede sustentarse y vivir de su trabajo. A la par está generando productos de su actividad agrícola con lo que se evitan las crisis de subsistencias, se regularizan los precios y se favorece el mercado interior. Por otra parte las Arcas del Estado se enriquecen al aumentar las contribuciones por impuestos y poderse equiparar la presión fiscal.

■ Fomento y desarrollo de la agricultura y de la industria

De la agricultura porque era considerada en las corrientes fisiócratas de la época como la primera y principal actividad para la extracción de materias primas y de primera necesidad. Por ello se fundan y se ordenan espacialmente las colonias con vocación y tipología agrícola, para poner en explotación la tierra y sus recursos inmediatos. Pero, también supieron ver con adelanto nuestros ilustrados que había que fomentar la industria para todo tipo de manufacturas. A pesar de ser España una nación rica en materias primas y recursos naturales, era ya por entonces deficitaria en manufacturas y productos elaborados, con lo que mantenía una balanza comercial negativa y un endeudamiento y dependencia con el extranjero. Para paliar esta situación, los ministros de Carlos III, con Campomanes a la cabeza, tratan por todos los medios de impulsar el sector industrial en España. En La Carolina, Capital de las Nuevas Poblaciones, se instalan fábricas de seda, de paños, de jabón, de loza, tejares, caleras, molinos de aceite y pósito de labradores, con las técnicas más avanzadas.

Hoy se podría comparar y considerar como una zona experimental de I+D, Investigación y Desarrollo.

■ Repoblar zonas desérticas

España sufría un drástico descenso de la población fruto de las graves epidemias, de los esfuerzos de guerra, de las crisis de los abastos y su repercusión en los precios, de las hambrunas, enfermedades y de la emigración. Existiendo bastas zonas en el interior totalmente despobladas. Este es el caso de las estribaciones de Sierra Morena y de Écija en los conocidos como desiertos de La Peñuela y de la Parrilla o Monclova, donde se establecen las Nuevas Poblaciones de Jaén, Córdoba y Sevilla.

Por ello, al igual que se venía haciendo con las reclutas militares, se firman contratas para traer a seis mil colonos católicos alemanes y flamencos.

De esta forma se poblaban y se ponían en explotación sus recursos generando considerables beneficios donde antes no había nada más que miseria y múltiples peligros.

■ Dar seguridad a los caminos, dotarlos de infraestructuras y generar servicios

Otro factor que influyó en la creación de las Nuevas Poblaciones es la erradicación del pillaje y bandolerismo al que estaba sometida la zona, que por lo escarpado de su orografía era un refugio y un campo de acción estratégico y favorable para los salteadores. Transitar y cruzar los pasos de Sierra Morena era un mal trago por lo abrupto y difícil del terreno y por la amenaza constante de ser asaltados. Por ello, el proyecto de Fundación se localiza geográficamente junto al Camino Real de Madrid a Cádiz, con el fin de erradicar los peligros del bandolerismo, generar y mejorar las infraestructuras tanto de comunicaciones como de servicios en este paso tan transitado y tan principal de entrada a Andalucía.

Constituyen las Nuevas Poblaciones un modelo de la Ilustración en España y un referente obligado para su estudio y comprensión.

Un proyecto colonizador que se concibió según sus promotores y protagonistas:

"Categóricamente y con la claridad que pide la gravedad e importancia del negocio, que es uno de los más gloriosos y que por sí solo hará la época más feliz de la Nación, …”

Pedro Rodríguez de Campomanes. Fiscal del Consejo de Castilla, 15 mayo 1767

En la misma línea Olavide:

“...Y espero que esta empresa tan dificultada, tan no creída y verdaderamente tan vasta y nueva se ha de llevar a su deseado fin."

Pablo de Olavide a Múzquiz, Madrid, 25 diciembre 1775

“Podrán ser las Poblaciones el ejemplo de España no sólo para la buena Agricultura, sino también para la industria, actividad y trabajo de sus naturales."

"[…] no sólo serán aquellos pueblos los más felices de la tierra, sino el modelo con que puedan mejorarse todos los de España."

En 1767 se materializa el proyecto y se empiezan a levantar los nuevos pueblos, estableciendo 60 núcleos de población a lo largo del Camino Real Madrid-Cádiz desde la entrada al Paso de Despeñaperros hasta el límite provincial de Sevilla:

Territorios del proyecto de colonización de las Nuevas Poblaciones

Muchos problemas le sobrevinieron a causa del enorme volumen de lo que se necesitó mover y procurar en cuanto a trabajos, abastecimientos, gastos, personas, administración…..etc., en un espacio de tiempo muy corto y apresurado, ya que apenas se había comenzado a delimitar los puntos donde establecer las poblaciones cuando empezaron a llegar las primeras remesas de colonos. Era inevitable que surgieran quejas, descontentos y encontronazos, que fueron aprovechados por los sectores de la oposición para echar más leña al fuego y atacar políticamente al partido reformista e ilustrado.

Y, ¿quiénes conformaban el sector de la oposición?. Todos los que se sentían agraviados por la política ilustrada:

La nobleza:
• Desde la llegada de los Borbones a la corona española se habían sentido resentidos por haber perdido el poder político, ocupado por ministros extranjeros (franceses, italianos) [Alberoni, Orry, Esquilache, Grimaldi] o por golillas y manteístas (letrados y burócratas de provincias) como [Campomanes, Moñino, Múzquiz, Aranda,]
• Las propuestas de Campomanes de reclamar los señoríos para el Estado (1762), amenazaba la propiedad de sus tierras, rentas y cargos.
• La Iglesia era uno de los grandes acaparadores de capital de España.
• Intervenía en lo espiritual, en lo público y en lo social.
• El Estado recibía numerosos ingresos de las operaciones administrativas de la Iglesia (beneficios reales, sedes vacantes, diezmos)
• Se encargaba de financiar obras pías, hospitales, escuelas y servían en ocasiones de monte pío y bolsa de seguros en momentos de gran carestía a través de sus obras de caridad y limosnas.
• El Gobierno le venía recortando en jurisdicción y en ingresos económicos desde el Concordato de 1753, pues el rey adquiría el derecho de nombramiento de los obispos. A pesar de ello seguía gozando de grandes privilegios por parte de la corona de su majestad católica.
• Carlos III, recortó también sus privilegios judiciales, al limitar su inmunidad y fuero (exención de acción, persecución y sentencia judicial, así como de arresto, tortura y castigo físico).
• En 1761, un decreto de Carlos III, imponía el permiso real o “exequátur” por el que se requería el permiso del rey para publicar en España cualquier documento del Papado. (Se suspendió en 1763, pero se volvió a implantar en 1768).
• También las propuestas de Campomanes de desamortizar sus propiedades (manos muertas) constituían una amenaza.
• Estaban con contacto con el pueblo, se encargaban de la educación, de guiar y dirigir el orden espiritual y moral, de llevar los hospitales y hospicios, de las limosnas, de las predicaciones y manifestaciones de religiosidad popular, por lo tanto se hacían eco del malestar y penurias del pueblo, sumando sus voces de descontento a las suyas.
• Con respecto a la Iglesia hay que hacer la salvedad de que los Ilustrados distinguían entre la alta curia, que vivía en la opulencia, enriquecida a expensas del pueblo, que eran una lacra, y el bajo clero, vicarios y párrocos que sí desempeñaban una función pública y social, siendo útil para la comunidad.
• Los ilustrados rechazaban las órdenes de monjes y frailes de vida contemplativa, por considerar que no eran útiles ni aportaban nada útil a la sociedad, por ello no se permitió la creación ni el asentamiento de órdenes mendicantes en las Nuevas Poblaciones y se reguló la vida eclesiástica.
• La religión popular también fue blanco de las críticas de los reformistas ilustrados, por considerar que realizaban prácticas y manifestaciones más propias de las idolatría, superchería y superstición que de una verdadera devoción.
• La propia institución eclesiástica se plantea la necesidad de una reforma interna.

Los Jesuitas:
• Se sentían amenazados y por ello trataban de influenciar y apoyar a simpatizantes como Ensenada, e ir en contra de Esquilache y los ministros ilustrados.
• Había grandes prejuicios en los gobiernos contra la orden, habían sido acusados en otros países de conspiradores (expulsados de Portugal en 1759), y de Francia en 1762, fueron acusados de conspirar en el motín de Esquilache (marzo 1766), y finalmente se decretó su expulsión de España en 1767, siendo despojados de todos sus bienes.
• Eran considerados agentes papales, pues eran primordialmente fieles a Roma, con un enorme poder internacional y riqueza económica, cuya casa matriz (la Congregación General) residía en el extranjero.
• Habían levantado graves sospechas sobre su lealtad y papel en las colonias americanas.
• Los reformistas como Campomanes y Floridablanca, consideraban que tenían excesiva influencia en la educación universitaria.
• Estaban también enfrentados a otras órdenes (rivales) como los agustinos y dominicos.

La Inquisición
• En la práctica fue un instrumento de las monarquías ( en España tenía el Inquisidor General jurisdicción sobre todas las posesiones de la corona), siendo sus miembros principales nombrados por el rey.
• Organizados como un tribunal, con mayoría de juristas y letrados.
• Defensora de la fe tradicional española.
• Carlos III y la Ilustración, limitó sus acciones: con los decretos de 1768 y 1770 que regulaban la censura de libros; limitación a cuestiones de fe y moral, herejía y apostasía, no pudiendo encarcelar a los acusados hasta que no se demostrase su culpabilidad.
• Alerta siempre a cualquier insulto o acción contraria a la fe o el orden moral, no dudaban en acusar a ministros (como Campomanes, Jovellanos), y sobre todo a personajes secundarios como (Olavide) de herejía, leer y poseer libros prohibidos, etc….

A ellos se suman los señores, terratenientes y concejos de las villas a los que se les había expropiado extensiones de terreno para los términos municipales de los nuevos pueblos. Así como también colonos, contratistas, negociantes, frailes y funcionarios que disienten o se resisten a acatar las condiciones del Fuero.

Pese a todo, y gracias al desvelo de Campomanes, principal valedor y defensor del proyecto, y al patronazgo y respaldo del Rey Carlos III, las colonias se erigen y ponen en pie, siendo un ejemplo muy comentado y seguido en todas las cortes europeas.

Todo avanza a buen ritmo hasta que la marcha de los acontecimientos internacionales de la Declaración de Independencia de las Colonias Norteamericanas en julio de 1774, junto al nuevo impulso que supuso para la Revolución Francesa la victoria sobre las tropas británicas y la consiguiente crisis derivada del esfuerzo militar; alarmó a los españoles ante nuevos temores de que las ideas revolucionarias penetren en sus fronteras. Los sectores más conservadores del Gobierno y de la Corte ejercen mayor presión aprovechando el miedo creciente hacia las ideas reformistas y todo lo afrancesado.

Se sucede entonces una cadena de hechos que trae consigo el desplazamiento de algunos de los hombres fuertes del reformismo ilustrado, como Aranda y Campomanes.

Tensiones entre Grimaldi (Secretario de Estado) y Aranda, por la cuestión de Malvinas y derrotas en colonias (diferencias entre partidarios de intervención armada (partido aragonés).

En 1772 Campomanes deja de ser Fiscal del Consejo de Castilla.

Terminan con la dimisión de Aranda en 1773 que es destinado como Embajador a Francia.

Desastre de Argel, 8 de julio 1776, Las tropas españolas mandadas por el General O’Reilly, sufrieron las terribles consecuencias de un mal desembarco y una desorganizada retirada.

1776, Noviembre, 14: Olavide es detenido en casa de su cuñado por el Alguacil del Santo Tribunal de la Inquisición, y conducido al presidio del Santo Oficio.

1777, Noviembre, 7: Dimite el Secretario de Estado Grimaldi, enviado como Embajador a Roma. Le sucede, José Moñino, Conde de Floridablanca.

1778, Noviembre, 24: Se celebra el Auto de Fe contra Pablo de Olavide.

1785, fallece Múzquiz.

1788, fallece Carlos III.

1790, Enero, 1: Se prohíbe la importación, impresión, y circulación de todo lo relacionado con la Revolución Francesa y su ideario.

La reacción del Gobierno de Floridablanca, fue impedir que la revolución penetrase en España, para ello recurre a la ayuda de la Inquisición y del clero, lo que le devolvió los poderes, e incluso se los reforzó, a los enemigos del Siglo de las Luces.

Las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, a pesar de haberse quedado sin sus “padres” protectores, continuaron subsistiendo por el recuerdo de la inercia imprimida en su concepción. Aisladas y solitarias alcanzan grandes logros gracias a los esfuerzos de sus Intendentes, grandes hombres de Estado y con una notable dedicación al servicio público, como lo serán Ondeanos, o Polo de Alcocer, muy queridos y apreciados por los propios colonos.

Una isla con mezcla de alemanes y españoles a las faldas de Sierra Morena, que causaba extrañeza, cuando menos, a los soldados napoleónicos y a los viajeros románticos del siglo XIX.

No encontramos mejores palabras que las propias del Intendente Pedro Polo de Alcocer, que plasmara en su Memoria de 1833, debiendo plantearnos si no se ve en ellas un parecido con la realidad actual: